la poesía

En mi diario vivir, veo tantos cangrimanes, demonios con sed y hambre de devorar, de hacer caer a los débiles y beber su sangre, su orín.

Veo tanta maldad, es la ley de hoy día, ante la crisis, la mayoría jode y peca más, justificados en la ley de la sobre vivencia.

A veces, me dan ganas de cortarle la cabeza de cuajo a unos cuantos abusadores, pero prefiero refugiarme en la poesía, en el poetizar como arte, como religión, como catarsis, como desahogo, como instrumento útil que me calma, que me serena, como camino y vía de desahogo, para no tomar la justicia en mis manos.

Así las cosas, es la poesía la que me alivia el día, la que torna mi mirada en otras cosas esperanzadoras como el amor; y me saca del sepulcro, de la maldad, de la zona de desastre, me impulsa a orar, a cantar, a poetizar, a liberarme, a llorar, a verbar, a levantar mis manos, a mirar al cielo, en medio de las tormentas...

Por eso, nunca dejaré la poesía, porque ella, me ha salvado.



M.

Tus labios

Tus labios tiemblan

como tiemblan las cuerdas

de un violín

al momento de ser rasgado

(para que cante...)

Tus labios susurran y

murmuran una canción

cuando me miras

cuando me hablas...

Tus labios están vivos

saturados de sangre...

Los beso con ternura

mientras ellos me cantan...

... y cuando los toco

creo que toco... tu corazón.

Cascadas del alma

El alma es un mar de emociones, constituida de aguas, que cuando se carga desea navegar, y la única salida que encuentra es el barco de la lágrima, el ojo como puente... y por allí sale a volar, a liberarse de las cargas, el alma... afligida.

Sale el alma como lágrima, como barco a la deriva, sale rienda abajo como cascada, al precipicio, a volar por esos segundos o minutos de viaje (en el aire), liviana pero cargada.

Hay lágrimas humildes, esas que salen despacito, en puntitas, sin despertar a las otras lágrimas, salen de noche, sin pijamas, desnudas, a pie, salen a caminar por los surcos del rostro, salen en silencio, cargadas de equipaje, de dolor y desgarre, también caminan volando, flotando, acariciando el rostro, bajan sumisas, humildes, calladas...

Lágrimas cargadas de emoción, ¡¡Cuanto vales!!, lo suficiente, como para no dejarte caer, para lamerte, beberte, y volverte a guardar en mi corazón.

Niño

Cuando te conocí

te puse nombre de hombre en la placa

que llevas en el pecho

y te entregué la oportunidad del amor.

Creo que tus ojos eran dulces y que aún tienes un alma sumamente sensible

pero las heridas que se te asoman por la piel, no mueren,

me muerden

cada vez que me acerco a ti.

Son flores que no marchitan, (tus heridas).

Te quise amar y te quise dar mi leche

la que sale de mis senos -pero no pude-

porque ya tenias dientes

ya tu ternura no era inocente.

Quise jugar con tu pelo, darte mil caricias

besarte entero... pero no pude,

me estorban las heridas

que almacenas en el pecho.

¿será que los besos de alguna mujer te mancharon,

y te transformaron en planta silvestre,

te envenenaron hasta los huesos
hasta el dia en que te salieron dientes?

Lloro
porque me siento in-potente
porque vi tu alma
alma de niño
desamparado y sediento
gimiendo por unos senos

llorando y gritando
herido
con los labios secos y agrietados
con los ojos brotados
rojos de sangre seca...

Y lloré
porque no pude amamantar al niño
que aún vive dentro de ti
y lloras, y gimes
y te quiero...
pero me rechazas
porque sientes miedo.

Alma de Niño
nunca olvides
que yo sí te quiero.

En la arena

Me citaste en la arena,

a la orilla del mar, al lado de la roca en donde las olas chocan provocando espuma de amor.

El ¡Splash! de tu ola, me salpicó, me coloreó el rostro con la ternura de tu amor...

tus brazos me rodearon en la arena, cerca de tu orilla, rozando tu cuerpo, al filo de cada oleaje de tu sudor y pasión...

y me gustó !

porque te apoderaste de mi sobre tu tibia arena... tu piel,

y me hiciste el amor una y otra vez con la fuerza de tus olas

con el ímpetu de tus aguas salutíferas y saladas

esas que sanaron mi herida

mi costado ardiente, en donde yace mi corazón.

Nos encontramos en la arena,

sobre esa alfombra caliente que se disfrutaba en silencio nuestros cuerpos.

Nuestras pieles brillaban al calor del sol, nos bronceaba el día,

nos acariciaba la temperatura de la vida al caer la tarde

mientras apretábamos nuestras manos gritando de alegría

y le sonreímos al viento cuando el mar nos bautizaba con su oleaje en la espuma de su amor y pasión.

Te veías tan lindo cuando te dormía en mis brazos,

mis pechos eran el cobijo de tus sueños...

te confieso que: Nunca olvidaré el momento, en que me hiciste mujer,

aún llevo la piel inundada de recuerdos, de besos, caricias y miel...

Cerrado

Voy a cerrar el blog por un tiempo

hasta luego amigos,

Un beso.

Ríos de agua

Hace frío.

Hoy es uno de esos días, en donde el frío me paraliza, no me deja hacer nada, en donde la mente y los pensamientos son hilos de agua fría que me corren por la frente y provocan serios dolores de cabeza.

Lo sabía. Sabía que no debía confiar, sabía que mi tierno corazón no sirve para eso que le llaman "entregarse al amor".

Hoy camino sobre el agua, por el charco, con mis pies descalzos y fríos, con dolor en el alma, dolor que me quema, y que es lo único que me calienta, el fuego que me arde, me consume, y me convence a cerrar los ojos, a abrir mi para-aguas, y no dejarme ver, ni convencer, y cerrar los sentidos... como flor mojada, llorosa, caída, mirando al cielo, esperando el reflejo de un verdadero amor.

Confié

cuando le dí mi nombre,

y se burló,

le dí mi origen,

y lo compartió,

le dí mi piel, y la puso a perder...

le dí mi alma, y no la supo querer...

le dí mi lágrima,

y la dejó caer...

Juntos están

Allí en su habitat
junto a su amada Soledad
¡Vive!

Y cuando juntos están
no hay horas ni días...ni angustias.
Laten sus venas calladas
sienten correr la sangre
¡con pasión!
mientras ambos se miran el alma
y se acarician su solo corazón
a través del oscuro hueco de su mirada.



(post-comentario en blog de Toro Salvaje)

Quiero agarrarte

Cuando te abrazo

batallo con tus miedos, con tu resistencia, con tu deseo.

Agarrarte fuerte es lo que anhelo, para darte vida sin titubeos.

Busco tu boca, para beber tu aliento, para tragarme los gemidos
que de tu alma brotan en delirios y desenfrenos.


Batallo con tus miedos, con tu mirada perdida,
con tu llanto angustiado
pues tienes temor de que alguien descubra tus secretos.


¿Querrás amar, entregarte en el vuelo de la plena libertad, reir sin tapujos, ni frenos,
quieres encender la fuente de vida que brota de tus adentros?


Tengo que agarrarte Vida
para arrancar con mi boca
-mediante mis besos-
tus miedos...