Verbo...: Necesito volver con EL

viernes, 27 de agosto de 2010

Necesito volver con EL

Quiero volver a Cristo

necesito volver con EL,

no con la Iglesia,

sino con el fundador genuino de ella,

Jesús El Cristo.

20 comentarios:

TORO SALVAJE10:13
En esto si que no te puedo aconsejar.

Besos.
ResponderBorrar
Respuestas
Verbo...10:27
:)

Toro, sabes que eres mi consejero poético por excelencia.

No me aconsejes, OK., pero acompáñame, tu presencia me ayuda y me ilumina.

Besos.
ResponderBorrar
Respuestas
Ninfa Azul11:07
Habla con el, seguro que té sentirás bien y acompañada, en tu yo intimo....de mi parte tienes mi cariño.
Un abrazo grande.
ResponderBorrar
Respuestas
Maritza11:14
No quiero ser "consejera"...sino una,de las tantas voces, que por experiencia, te pueden decir que es lo más simple que hay...Solamente dile a Jesús: Te necesito. Quiero que vengas a vivir en mi corazón. Quiero seguirte y servirte.
Además, Él está esperando que lo hagas...

Un beso grande , Verbo!
ResponderBorrar
Respuestas
Bruja piruja11:19
Maruxela dijo:
Que misterioso es esto...hummm
ResponderBorrar
Respuestas
Verbo...11:22
Gracias

:)

(sonrío)

Somos espíritus, con sed, con hambre, de las cosas espirituales, de lo eterno..., como lo es, El Amor.

Besos amigas.
ResponderBorrar
Respuestas
Tempus fugit12:00
No con la iglesia... pero parece que te gustan más LOS Iglesias ;)

besos
ResponderBorrar
Respuestas
Verbo...12:03
¡jajajaj!

Pues creo que Siiiiii

son mas románticos, digamos que los Iglesias, me elevan al cielo.

Besos nene lindo !
ResponderBorrar
Respuestas
Anónimo12:06
Pueeeeeeees...
ResponderBorrar
Respuestas
Unknown15:32
Es un excelente deseo y un seguro camino si lo sigues. Para eso no necesitas permiso, ni perdones, no necesitas hablar con nadie, ni esperar que nadie nos invite a estar con Él. Cristo camina dentro nuestro, solo tenemos que creer en El, para volver a estar junto a El, para volver a ser realmente. Necesitas entender que cada vez que te cuidas y que ayudas a los demás, encontras a Cristo. La elección es nuestra, los actos son nuestros, solo tenemos que dejar de dudar, creer y hacer lo mejor posible las cosas para todos.

Todo lo que no resta, suma, creo que seguir el camino de Jesús es una buena manera de vivir justa y humanamente esta condenada vida. En ese camino nada “malo” puede pasarnos, por eso es el camino.

De todo lo que Jesucristo hizo o dijo, me quedo con su SOCIALISMO, con su HUMANISMO. El nos enseño a dar, que el materialismo solo corrompe y confunde, que lo esencial está en nuestras “buenas” acciones y no en cuanto tenemos depositado en el banco. Eso es lo que deberíamos repetir, pregonar, seguir, imitar. Ser pobres y no ricos, ser justos y no corruptos, no acumular, sino dar, entonces las cosas podrían cambiar en este mundo devenido en infierno.

Todos necesitamos de alguna u otra manera volver a Cristo (creamos o no en la Iglesia Católica, o en un Dios católico), nuestro futuro, personal y colectivo, lo necesita.

Un abrazo fuerte.

HologramaBlanco
ResponderBorrar
Respuestas
Verbo...17:29
Bravo Edgardo

Me ha encantado y fascinado tu comentario.

Gracias Mil por tus palabras.

Un abrazo
ResponderBorrar
Respuestas
galmar18:56
Muchas gracias por tu comentario, te leí hace un buen rato, y me dejaste pensando:) aunque no he podido dejar una huellita por aquí antes:) muy hermoso sentir el que nos transmites en tus versos:) creer en lo que creemos es lo que nos da la fuerza:)) un beso muy grandeeee:))
ResponderBorrar
Respuestas
Pete Vicetown12:24
Buscalo y lo encontrarás.
No tiene pérdida.
Un beso.
Pete Vicetown.
ResponderBorrar
Respuestas
César Sempere18:11
Sigue pues tu camino
ResponderBorrar
Respuestas
MAR23:34
Por mi culpa, por mi culpa por mi gran culpa????
A mi tampoco me gusta la Iglesia, los curas se creen dioses y miran la paja en el ojo ageno.
PERO DIOS VIVE EN MI, EN MI CORAZÓN DEL QUE UN DIA ENTRO PARA NUNCA MAS SALIR.
Reza en forma de energía piensa en ÉL y lo sentiras, el nunca te abandono.
Te quiero, un abrazo grande.
mar
ResponderBorrar
Respuestas
Elizabeth20:24
El remanso de tu voz, procede de él, quien sigue validando al Verbo creativo con su gracia.

Besos.
ResponderBorrar
Respuestas
Rara Avis10:34
Dificil aconsejar desde luego, pero desear que lo que desees se cumpla ... espero entonces que sí...

Abrazos...
ResponderBorrar
Respuestas
manu01:45
Suena razonable, volver a aquello, y no al medio, aquelo, que por ahí no lo sea tanto y nuble lo anterior.

Beso!
ResponderBorrar
Respuestas
mj06:12
Estoy contigo, soy otra persona con mucha sed de Cristo.
Abrazos
mj
ResponderBorrar
Respuestas
Verbo...09:07
Besos
ResponderBorrar
Respuestas

Agregar un comentario

Suscribirse a: Comentarios de la entrada (Atom)

AJEDREZ - Jorge Luis Borges

En su grave rincón, los jugadores rigen las lentas piezas.
El tablero los demora hasta el alba en su severo ámbito en que se odian dos colores.
Adentro irradian mágicos rigores las formas: torre homérica, ligero caballo, armada reina, rey postrero, oblicuo alfil y peones agresores.
Cuando los jugadores se hayan ido, cuando el tiempo los haya consumido, ciertamente no habrá cesado el rito.
En el Oriente se encendió esta guerra cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada reina, torre directa y peón ladino sobre lo negro y blanco del camino buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada del jugador gobierna su destino, no saben que un rigor adamantino sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero (la sentencia es de Omar) de otro tablero de negras noches y blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo y sueño y agonías?

¿Porqué esos lirios...? de Miguel de Unamuno

¿Por qué esos lirios que los hielos matan?
¿Por qué esas rosas a que agosta el sol?
¿Por qué esos pajarillos que sin vuelo se mueren en plumón?

¿Por qué derrocha el cielo tantas vidas que no son de otras nuevas eslabón?
¿Por qué fue dique de tu sangre pura tu pobre corazón?
¿Por qué no se mezclaron nuestras sangres del amor en la santa comunión?
¿Por qué tú y yo, Teresa de mi alma no dimos granazón? ¿Por qué, Teresa, y para qué nacimos?
¿Por qué y para qué fuimos los dos?
¿Por qué y para qué es todo nada?
¿Por qué nos hizo Dios?

Rosa del Sol de Ramón Maria del Valle Inclán

Rayuela, capítulo 7 de Julio Cortázar

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.